¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…? (Ibn al-Mu'tazz)



miércoles, 22 de mayo de 2013

La noche





Como el lugar donde reviven los recuerdos
 y tu fuerza se disgrega batida por incertidumbres 
 sin saber por qué no perduró el amor  

como la hora que interroga a tu silencio
 la razón de que los días se volvieran tan amargos sin llegar
 a territorio alguno donde habitar tu ámbito apropiado 

como la mirada curiosa que viaja y te sugiere
 si no será tan solo la prueba necesaria
el ensayo de que el hombre que crecía dentro de ti 
no era una sombra

como la nueva imagen que se aproxima para acariciar tus sienes
arañadas por el antiguo ramaje de la melancolía

no sabiendo si alguna vez se encontrarán los dos rostros 
que miran siempre hacia el  otro lado
sin rebelarse contra el titiritero que se aferra a ti y te maneja
 con habilidad de experimentado hacedor

así se muestra ella

tuya es la noche 
ten




* Fotograma de La condena, de Béla Tarr


sábado, 4 de mayo de 2013

Aproximaciones





Y si eres tú aquello que persigues:
la parada que invoca el movimiento
el despertar de los sueños tardíos
el dibujo que se cayó de tus manos cuando a punto estabas
de alzar el plano de otra arquitectura
la lenta aproximación de los cálidos tiempos
cuyo clima son rostros y actitudes
la elemental idea que prende intermitente
entre días urgentes y apagados 
en medio de tanta confusión de voces malsonantes

y si eres tú el impulso
que reverbera sin fin en los extremos que invisibles 
se agitan en un vórtice de palabras
y cuando dudas de ellas
solo recurres a una única mención:
los monosílabos 
 invención dichosa en los cabos del hilo
que cede y se tensa según la severidad de tu carácter
y a la que retornas sorprendido

y si eres tú los nombres que han desfilado por tus labios
y cuando quiebras y te pierdes 
en el borrón de la niebla lejana de tus venas
los pronuncias con su eco de sombras

y si eres tú
quien no se ha ido



* Fotograma de la película Sátántangó, de Béla Tarr