¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…? (Ibn al-Mu'tazz)



martes, 16 de abril de 2013

Estás ahí






Has buscado el silencio entre los humanos 
pero los humanos huyen de él.

El silencio no se oye porque no es voz
ni se medita porque no es pensamiento.
No hay práctica del silencio
pues su utilidad no es medible.
No se define por un volumen
y no posee gravedad.
No se nombra por su consistencia duradera
sino por la fragilidad que compone su esencia.
No se percibe a la vista pues habita en su propia hondura.

El silencio no es nunca una palabra
cuya maternidad  proteja otras palabras.
Es una predisposición.

Pasa y tienes que recibirlo.
Llega y tienes que estar ahí.
Te embarga y tienes que entregarte.

Cuando desaparece no eres ya el mismo.




* Fotograma de la película El caballo de Turín, de Béla Tarr