¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…? (Ibn al-Mu'tazz)



domingo, 10 de noviembre de 2013

Los primeros trazos






Busco el secreto del nuevo aprendizaje:
después de que mi boca y mis manos y mi cuerpo todo
sujetaran los pechos de  otro cuerpo
y se hundieran en él para nacer de nuevo

después de que todas las palabras que me iban llegando
con dos tonos dos cadencias dos silencios
me mecieran en su armonía delicada

después de que mis piernas sostuvieran
mi fragilidad nerviosa
concediéndome una independencia irrenunciable

¿cuál era el secreto del aprendizaje que iba a tensar mi ser para siempre?

la noche es profunda y el fuego crepita y los aromas de cocina
envuelven a los personajes

eras cuanto había en ti padre mío
y todo te había sido dado por ti mismo
y sin apenas haber tenido nada antes
todo lo habías estado haciendo para mí

has tomado mi mano diminuta has invocado algo que llamas letra
luego juntas una letra con otras y la nombras palabra
y tu mano delgada pero suave conduce a la mía
por un territorio sorprendente de nuevos gestos

mano y voz gesto e imagen movimiento y parada
todo el mundo se reduce a unas letras tras otras
¿se reduce o se amplía?

dices gato y yo repito
escribes gato y yo miro sin entender un dibujo que no es un gato
pones entre mis dedos una herramienta extraña
que más adelante será parte insustituible de mí
y presionando mi mano con ella dibujamos signos extraños en un papel

una y otra vez y de nuevo y así seguidamente
me enseñas unos trazos
un ejercicio una dirección un significado
el valor del tesón

¿dónde se esconde el gato tras aquel dibujo de letras como lo llamas?

una mano sobre otra mano dibujan con un segundo rostro al gato
desde entonces el animal no será nunca tal
por mucho que maúlle
sin su nombre escrito

y un día cuando no me lo esperaba
dejas mi mano suelta y yo me pierdo en el bosque de letras

y sigo perdido





Imagen de Chema López


viernes, 1 de noviembre de 2013

Las huellas





Por qué busco tus huellas
después de tantos años
no lo sé

huellas que hablen de ti
de lo que no pude saber porque permaneció agazapado
en la penumbra de otras vidas que no relataste jamás

tampoco yo me esforcé por seguir la silueta de su recorrido
y hoy cuando ya es demasiado tarde busco
que me expliquen tu construcción
y tus hábiles saltos y la capaz aceptación
que te llevó a ser un superviviente

ahora sé al menos que las huellas se dejan pisar
¿para contraer con su calor o para conducirnos a la prudencia?
tus huellas no pueden hablar por mis errores
ni yo puedo justificar a través de ellas mis propios desencuentros

si acaso cuando era el tiempo las hubiera comprendido
me las ofreciste pero no miré
¿tan viejo era tu suelo que no percibí su materia?
¿tan extrañas aquellas imágenes que no reconocí su lenguaje?
pregunto también a tus huellas por saber de mí

cuanto hoy nos sacude como ráfagas de tiempo
era entonces en apariencia inamovible
y el hijo advenedizo desestimó aquella advertencia
su error fue creerse hijo del destino
y nadie le hizo ver que el futuro
no el tiempo ni los planes ni las invocaciones
bebe del sustrato del origen donde habita la intención
y desde el que se traza su sentido

tus huellas urgen más que nunca en esta hora
que merma
pues el banquete donde los hombres se invitan
donde dicen que se acogen unos a otros se reduce
y él tu hijo aún quiere saber





* Joanne Leah foto


lunes, 21 de octubre de 2013

Llegada






Vino a mí: el padre
mirando sus manos de escribiente
pensó en sí mismo y dijo:
he aquí que llegas
y ella la mujer de la otra tierra me ha concedido
el don de que seas parte de este suelo maculado

eso dijo y cuando tomó entre sus dedos mi levedad pensó:
serás mi obra y te conduciré más allá de las adversidades
eso afirmó y necesitó creer
para sostenerse a sí mismo
para apartar de su memoria los tiempos difíciles
para probar que ser padre y hombre
es ser una y otra vez hombre

el padre empezó de nuevo a sentir a través de mí
orígenes que nunca había olvidado
y también a renunciar
porque un padre debe creer lo que transforma
y compartir cuanto ofrece
y aunque se rodee de fantasías es firme:
no hay un camino seguro pensó
pero lo labraré para ti
deseó

pues un hombre que llega con otro hombre
desde su misma sangre
ya no sabría hacer otra cosa sino esperar al hijo hombre
y temer por él



* Joanne Leah foto



jueves, 13 de junio de 2013

Conjuros




Cuánta sombra en la noche 
 cuánta carencia 
 acurrucada en los sueños
sin que azucen los anhelos del despertar

abandono:
mis ojos reposan
y tú entras a fondo en ellos
¿qué ves?

los insólitos paisajes que se dejan mirar
¿por quién  pueden ser ocupados?

no están ahí para ser tomados en conquista
ni para ser humillados por posesión alguna
¿no has pensado que son ellos 
quienes  vigilan nuestra resignada inmovilidad?

renuncia:
falaz propuesta que la oscuridad canalla me sugiere
¿cómo podría desistir de esta exploración 
que me impulsa a seguir 
desde los mil ojos que llevo dentro de mí?

privación:
no existe tal palabra cuando señalo
con mi dedo untado en saliva
tu punto en el horizonte




*Imagen de Kürsat Zaman



miércoles, 22 de mayo de 2013

La noche





Como el lugar donde reviven los recuerdos
 y tu fuerza se disgrega batida por incertidumbres 
 sin saber por qué no perduró el amor  

como la hora que interroga a tu silencio
 la razón de que los días se volvieran tan amargos sin llegar
 a territorio alguno donde habitar tu ámbito apropiado 

como la mirada curiosa que viaja y te sugiere
 si no será tan solo la prueba necesaria
el ensayo de que el hombre que crecía dentro de ti 
no era una sombra

como la nueva imagen que se aproxima para acariciar tus sienes
arañadas por el antiguo ramaje de la melancolía

no sabiendo si alguna vez se encontrarán los dos rostros 
que miran siempre hacia el  otro lado
sin rebelarse contra el titiritero que se aferra a ti y te maneja
 con habilidad de experimentado hacedor

así se muestra ella

tuya es la noche 
ten




* Fotograma de La condena, de Béla Tarr


sábado, 4 de mayo de 2013

Aproximaciones





Y si eres tú aquello que persigues:
la parada que invoca el movimiento
el despertar de los sueños tardíos
el dibujo que se cayó de tus manos cuando a punto estabas
de alzar el plano de otra arquitectura
la lenta aproximación de los cálidos tiempos
cuyo clima son rostros y actitudes
la elemental idea que prende intermitente
entre días urgentes y apagados 
en medio de tanta confusión de voces malsonantes

y si eres tú el impulso
que reverbera sin fin en los extremos que invisibles 
se agitan en un vórtice de palabras
y cuando dudas de ellas
solo recurres a una única mención:
los monosílabos 
 invención dichosa en los cabos del hilo
que cede y se tensa según la severidad de tu carácter
y a la que retornas sorprendido

y si eres tú los nombres que han desfilado por tus labios
y cuando quiebras y te pierdes 
en el borrón de la niebla lejana de tus venas
los pronuncias con su eco de sombras

y si eres tú
quien no se ha ido



* Fotograma de la película Sátántangó, de Béla Tarr


martes, 16 de abril de 2013

Estás ahí






Has buscado el silencio entre los humanos 
pero los humanos huyen de él.

El silencio no se oye porque no es voz
ni se medita porque no es pensamiento.
No hay práctica del silencio
pues su utilidad no es medible.
No se define por un volumen
y no posee gravedad.
No se nombra por su consistencia duradera
sino por la fragilidad que compone su esencia.
No se percibe a la vista pues habita en su propia hondura.

El silencio no es nunca una palabra
cuya maternidad  proteja otras palabras.
Es una predisposición.

Pasa y tienes que recibirlo.
Llega y tienes que estar ahí.
Te embarga y tienes que entregarte.

Cuando desaparece no eres ya el mismo.




* Fotograma de la película El caballo de Turín, de Béla Tarr


domingo, 24 de marzo de 2013

El tacto





Quisiste tentar el tacto de las letras
porque decías: ¿cómo hacer duradero el perfil de una planta
o sujetar el dibujo de una nube
o conseguir que la raya del mar no se pierda
en una simple curvatura del ojo? 
Si escribo, vivo, me dijiste
dando a entender que todo es porque tú existes.
Yo me reí. Pero lo que me pareció ingenuidad u orgullo
 se confirmó entre tus manos:
en cada palabra escrita por ti había mundo
y el mundo que nos rodeaba, a ti y a mí,
no era el mismo sin  aquella lenta pero precisa arquitectura
que nombraba nuestros rincones habitados
e imaginaba los más inconcebibles
 antes de que nuestra presencia
se consumiera bajo una lengua de fuego.



* Fotografía de Tomatsu Shomei 


martes, 12 de marzo de 2013

Lenguaje





Una hoja habla porque ya está escrita.
Su savia es su tinta.
Procede de los minerales que nunca conocieron la luz
pero querían aprender a leer.
Entonces con el oleaje de los ríos que recorren sus entrañas
fecundaron la tierra en busca del lenguaje.
No hay muchos hombres que conozcan el alfabeto de una hoja.
Tiene infinitos caracteres
para poder expresar cuanto habita fuera de la vista.
Apenas deletreo algunos de sus signos
que me trasladan a oscuros secretos nacidos cuando yo era aún diáspora.
Por ejemplo, que antes de tu piel no hallé playa alguna
cuya superficie mimara tanto
la frágil superficie de mis manos. 




* Fotografía: Angèle Etoundi Essamba



martes, 5 de marzo de 2013

La hoja






He encontrado una hoja
moribunda
en el jardín del laberinto.
Por qué ha sido ésta y no otra
no lo sé.
Acaso mis dedos hablaron con ella
al tomarla
y supieron que podrían entender sus historias.
Acaso su mirada violácea
prefirió fijarse en mis mejillas
ajadas .
Acaso leyó en las últimas rayas de mi mano
aquello que no venía en las estrías
de su envés.
Fue una hoja a ciegas.
Como el azar
cargado de tinta
asió mi pensamiento
y lo envolvió en una pátina de ámbar.



* Imagen: Angèle Etoundi Essamba

sábado, 16 de febrero de 2013

Espacio mirada




Me preguntas: ese lugar
¿es un espacio extenso o un rincón?
¿Un desierto o un vergel?  
¿La hendidura de una roca donde refugiarse
o la casa edificada en lo alto del monte?

Tal vez no se trate de una superficie táctil 
ni de una dimensión donde el éter nos ubique.

¿Y si el ámbito que buscamos
es simplemente el movimiento?
Sus leyes nos hacen estar y el tiempo desafía
la gravedad de las ciudades deseadas.

¿Puede aquello que en apariencia es lo más insignificante
 ser habitado por los hombres impuros como yo?
Los que transcurren toda su vida sin conocerse
porque el conocimiento dispone sabiduría
pero también es una renuncia.

Una piedra o una brizna de hierba o un grano de arena
saben más de calor que los pies de un caminante. 
Una gota contiene más perímetro
que un océano que se disuelve en su totalidad. 

Una mirada amplía todas las medidas que habitamos
y cobija nuestras caídas. 

Dices: es ahí donde quiero estar.





* Fotografía de Martin Stranka.


sábado, 9 de febrero de 2013

Súplica




¿Oyes ese dulce sonido de madrugada? 
 Dices: serán las olas que transportan una orquesta 
para nosotros dos. 
Los arpegios, como pequeñas chozas,
 alzan lentamente un paisaje donde habitemos. 

 Llévame donde no muera, digo
en un arranque enajenado
hundiendo mis dedos en la arena de tu piel.

El océano no conoce las horas.

Llévame donde la muerte no tenga memoria,
insisto en mi caída. 
 Debe existir tal lugar.




*Fotografía de Martin Stranka


sábado, 26 de enero de 2013

Materia elemental





Te abres de par en par
 al destello de los astros que viaja desde lejos
para prender en ti.

 Recibes esa pizca de luz insignificante que te corresponde
con dolorosa satisfacción.

Pequeños mundos que no viste jamás se despliegan.
Te parece tan inabarcable la extensión
que crece incesante a tus pies.

¿Sabrás recorrer con acierto la senda de lo imprevisto?
Pero la luz es fuego cuando invade la materia
que porta tu nombre.
Y temes la humilde llama que devora
la consistencia  de tus últimas raíces.

Desmontando todas las figuras.
Frenando la vorágine de las palabras.

Menguante en las furias pero incapaz de mermar en el deseo.




*Fotografía de Martin Stranka


sábado, 12 de enero de 2013

Advertencia




Has pasado toda una vida anhelando 
aquello de lo que carecías. 
Apenas probabas un fruto que la bondad de la tierra 
y la ocasión de los hombres te ofrecía 
y ya envidiabas cuantos no alcanzabas 
o te estaban prohibidos. 

Ahora dices que quieres otro tiempo
que el vivido ha sido breve
que apenas has respondido a su llamada
y no has devuelto aún tus agradecimientos
como la generosidad de la vida se merece. 

¿Quién te dice que vas a poder?
¿Eres tan soberbio que crees que conoces algo
y que podrás ofrecer a quien todo lo posee tu ínfima sabiduría?

Y si las circunstancias se te brindaran más inhóspitas 
¿no temerías añorar la vida anterior? 

No desestimes ahora el bagaje que encorva tu cerviz
pues tal vez no te sirva 
en un territorio donde los rostros mudan
y cuyo corazón hay que explorar de nuevo.




*Fotografía de Lilya Corneli.


domingo, 6 de enero de 2013

Intrigante






¿De qué vestirá la desconocida 
cuando irrumpa en tu gozo?

No sabrá si hacerlo
con el alma de la curiosidad
ofreciendo la bondad de sus dones
o adornándose con el tejido del tiempo que es la ausencia
para deslumbrarte.

Tal vez elija los colores del enigma
aquellos que son también tuyos
desde antes de que te abandonaran al azar.

Con los que has cubierto tu piel salvaje.  




* Fotografía de Lilya Corneli